El recorrido del encierro de San Fermín es de 815 metros y la carrera tiene una duración media de sólo 3 minutos y medio. Sin embargo, durante este corto trecho hay muchas cosas que tomar en cuenta.
Todo empieza cuando el reloj de la Iglesia de San Cernín da las 08:00. En ese momento el corralero enciende el cohete que da comienzo al encierro.
Cuesta Santo Domingo – Plaza Consistorial (271 metros): Es definitivamente el tramo más peligroso ya que los toros salen muy frescos y espantados por el ruido del cohete. El tramo es largo y hay pocos lugares para protegerse. Por si fuera poco se salva una pendiente de 13.5 metros, donde el nivel de esta alcanza el 10%. Es por eso que aquí generalmente corren los más expertos. En la parte baja del tramo hay una hornacina con una imagen de San Fermín a la que los corredores le cantan varias veces una especie de plegaria minutos antes de comenzar el encierro:
“A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón nos guíe en el encierro dándonos su bendición ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!
Plaza Consistorial – Curva de Mercaderes (133,92 metros): Es un tramo corto, pero se vuelve peligroso por la cantidad de gente que entra y por la brusca curva en la que culmina (tiene 76º). Por suerte, el recorrido curvo hace que los toros se peguen por inercia a la derecha del vallado e incluso suben a la aceras, por lo que van algo más lentos.
Calle Estafeta (295 metros): El tramo más largo del recorrido y agravado por ser completamente recto. Aquí el mayor peligro son los toros que han quedado rezagados en la curva de mercaderes, ya que corren sin rumbo y embistiendo lo que encuentran. Es importante tener en cuenta que aguantar corriendo toda la calle estafeta es bastante difícil por no decir imposible. En algún momento el toro rebasa a los corredores y se tienen que echar a un lado.
Tramo Telefónica – Plaza de toros (113,84 metros): El último tramo tiene una ligera pendiente descendente. El punto más peligroso es la entrada a la plaza por su estrechez. Son 20 metros de largo con entre 4 y 4,4 metros de ancho. Si alguien cae en este punto se forman “montones humanos» que bloquean el camino. Por ello hay aberturas en los lados para que los corredores puedan escapar. Finalmente en la plaza los corredores se dispersan y los toros son conducidos a los toriles. Unos cohetes anuncian el fin del encierro.
En total corren 6 toros bravos que más tarde se lidian en el festejo taurino. Van acompañados por varios toros mansos que ayudan a que no se dispersen en el camino. Para asegurar la vida de los corredores, hay unas 16 ambulancias y 165 miembros de servicios sanitarios.
Entre las principales recomendaciones está el mantenerse tendido si uno cae, ya que levantar la cabeza puede traer severas lesiones.
Encierro del 2004
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