El rafting es un deporte de aventura que consiste en recorrer los ríos en dirección de la corriente, sobre alguna embarcación que puede ser una balsa, canoa o kayak. La dificultad proviene de la velocidad de la corriente, la turbulencia del agua, los remolinos y la presencia de rocas.
Los niveles de dificultad parten desde las corrientes lentas y de olas pequeñas hasta aguas muy turbulentas y cascadas peligrosas para los expertos. Un mismo río posee tramos en todo su recorrido para cada nivel. Los ríos están divididos en clases desde la I hasta la VI.
Es indispensable el uso del equipo adecuado (casco, chaleco salvavidas, traje de neopreno en algunos casos) y el conocimiento de las técnicas de remado y rescate, aun así el aventurero cuente con la guía de un experto. El guía debe contar con un cabo extensible de emergencia, además de un cuchillo de río. También se pueden incluir cuerdas de rescate, bolsas secas, bomba de aire y botiquín.
La embarcación y los remos deben ser especiales para el descenso de ríos o rafting. Es recomendable practicar este deporte en grupos.
El aventurero debe saber qué hacer en caso de ‘lado alto’ para evitar caerse, también saber cómo ayudar a un compañero que ha caído al agua.
Rafting en el rio Magdalena.
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