La Unión Europea define como pobre a “aquellas familias y personas que se sitúan económicamente por debajo del umbral del 50 por ciento de la renta media disponible en el conjunto del Estado”. Tomando de base a este criterio, España se colocaría como el segundo país con más pobres de la UE.
Este segundo puesto, según un informe de la UE, se debe a que la quinta parte de la población española, es decir, más de ocho millones de personas, se encuentran en estado de pobreza, impedidos de cubrir sus necesidades básicas. Esta cifra alarmante no considera a los “ilegales”, que en muchos casos viven en extrema pobreza.
Estas más de ocho millones de personas estarían agrupadas en cerca de 2 millones de familias. A la mayoría de estas familias se le considera como relativamente pobres –aproximadamente el 85%-. Y la extrema pobreza afecta casi al 3% de las familias españolas. Concentrándose la pobreza principalmente en las urbes.
Otro factor que preocupa es la juvenalización de la pobreza. Cerca del 44% de pobres tienen menos de 25. La mayor cantidad de personas de escasos recursos se concentra en la parte sur de España, con un 35.3%. Y en la norte, 14.2%.
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