Impuestos de vivienda y consumo en el Reino Unido

A la hora de alquilar una vivienda dentro del Reino Unido deberás tener en cuenta, además del precio base del alquiler, los diferentes impuesto a pagar, es decir, cuáles están incluidos en el precio, cuáles corren por cuenta del propietario y cuáles son adicionales. Los turistas que van a pasar unos días pueden solicitar una devolución de impuestos dependiendo de cuál sea su país de origen.

A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.

¿Qué suele incluir el precio del alquiler?

A la hora de buscar vivienda en Inglaterra, el precio que nos proporcione la inmobiliaria o web de pisos deberá desglosarse en tres partes por norma general: el precio base del alquiler, los impuestos municipales y los distintos recibos a abonar mensual o anualmente. Solamente sumando estos tres bloques obtendrás una aproximación más o menos real de cuáles serán tus gastos al vivir en territorio británico.

El precio base del alquiler equivale al valor de la vivienda y lo más normal es que en las webs y anuncios aparezca expresado como «pw», que es la abreviatura de la expresión inglesa per week, esto es, por semana. No obstante, en ocasiones podemos encontrarnos con «pm», en cuyo caso significa por mes. Sea como sea, debes saber que en el Reino Unido lo normal es que la renta se venza mensualmente, por lo que deberás convertir un precio base «pw» en «pm» mediante la fórmula £300 por semana x 52 semanas/12 meses = £1.300.

Precios del alquiler en el Reino Unido

Los impuestos municipales del piso también suelen ser responsabilidad de los inquilinos y no del propietario. La suma total de lo que se debe pagar anualmente por ellos oscila entre £500-£2500, aunque esto siempre va a depender del valor de la vivienda. El Gobierno británico dispone de una calculadora de impuestos municipales en su página web llamada Council Tax band a la que puedes acceder haciendo clic en este enlace. Para rellenar este formulario, debes saber cuál es el código postal de tu vivienda.

En cuanto a los recibos, los propietarios son quienes deciden cuáles deberán pagar los inquilinos y cuáles no, aunque los más habituales son los de la electricidad, el agua y el gas, dependiendo siempre del tamaño de la vivienda, el número de habitaciones, etc. Por ejemplo, si se trata de un apartamento de una única habitación, los recibos oscilarán entre las 200 y las 300 libras esterlinas al mes. Cuanto más viejo sea el edificio, mayores serán los costes de calefacción. En el siguiente apartado se desglosan los recibos más comunes.

Recibos habituales

Si planeas una estancia prolongada en Londres en la que vayas a alquilar un piso, debes tener en cuenta una serie de impuestos (bills en inglés). Los impuestos de vivienda pueden ir incluidos en el precio o no (bills included), por lo que deberás tenerlo presente a la hora de alquilar, ya que si no están incluidos, el alquiler puede subir bastante de precio. En cualquier caso, los impuestos deben constar en el contrato final.

Impuestos de vivienda en Londres, Reino Unido

A continuación enumeramos los diferentes impuestos con los que podemos encontrarnos a la hora de alquilar un piso en Londres:

• Council tax: se trata de un sistema de recaudación de impuestos aprobados por las autoridades locales. Sirven para cubrir el pago de los distintos servicios públicos. Solamente se aplica a propiedades domésticas o viviendas y es directamente proporcional al tamaño de la vivienda, es decir, cuanto más grande sea la propiedad (casa, apartamento, piso, etc.), mayor será el impuesto a pagar. Aunque también depende de la zona de Londres donde se encuentre nuestra vivienda, la tasa promedio anual suele ascender a £1.000.
• Agua: este servicio se contrata en la compañía local de la ciudad y su precio suele ser fijo y anual para todo el Reino Unido. Existe la opción de pagarlo mediante installments o cuotas, pero si lo prefieres puedes abonar la suma total en un pago único, en cuyo caso suelen aplicar un descuento del 10%. El precio mensual suele ser de £20-25.
• Electricidad: en el Reino Unido, el mercado de la electricidad es muy amplio y, por ello, dispones de varias compañías a elegir con diferentes opciones. El precio mensual es directamente proporcional a tu consumo energético. También dependerá de si lo tienes todo eléctrico o si también utilizas gas, así como del sistema Economy 7, muy utilizado en el Reino Unido. Este sistema consiste en un artefacto que almacena energía durante la noche, parte del día en la que la electricidad es más barata.

Aparte de todo esto, debes tener en cuenta que, si cuentas con aparatos que funcionan a gas, también deberás pagar un recibo mensual que suele rondar las 25 libras esterlinas. No obstante, algunos proveedores suelen ofrecer planes integrales que incluyen tanto electricidad como gas, cuyo precio mensual suele ser de unas £80.

Impuestos de vivienda adicionales en el Reino Unido

Existen, asimismo, una serie de servicios adicionales por los que tendremos que pagar impuestos en caso de contratarlos:

• TV License: para tener derecho a ver la televisión en el Reino Unido se debe pagar esta licencia, que asciende a unas £145,50. Este impuesto sirve para financiar a la BBC y, si no se abona, la multa puede ser de hasta £1.000. Cabe mencionar que se paga una licencia por cada aparato que se tenga en casa, esto es, si tienes dos televisores, tendrás que pagar dos licencias.
• Banda ancha o internet: hoy en día, pocas personas no disponen de acceso a internet desde casa. Si vas a residir en Londres, los proveedores más comunes son Virgin, Sky, BT, O2 y Vodafone, entre otros. No obstante, no todos operan en todas las áreas, así que deberás verificarlo antes de contratar el servicio.
• Telefonía fija: internet y los servicios de banda ancha del Reino Unido funcionan, en su mayoría, mediante ADSL, por lo que no queda más remedio que contratar una línea telefónica o BT Line, como se conoce allí. El precio de una línea básica contratada a BT sale por alrededor de £11 mensuales e incluye llamadas gratuitas a teléfonos fijos dentro del Reino Unido.

Impuestos al consumo

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se conoce en el Reino Unido como Value Added Tax (VAT) en inglés. La tasa estándar asciende a un 20%, aunque el tipo reducido de IVA es del 5%. Este porcentaje reducido se aplica a determinadas categorías de bienes y servicios como los que se listan a continuación:

• Asientos de seguridad para niños
• Vivienda social
• Carburantes y fuel entregados a los usuarios y organizaciones caritativas
• Instalación de materiales para economizar energía
• Productos para abandonar la nicotina
• Productos de higiene sanitaria y de mantenimiento
• Instalación de calefacción
• Bienes relacionados con la seguridad que estén financiados por subvenciones

Sin embargo, existen una serie de bienes exentos de IVA, como los libros, periódicos, ropa y calzado de niños, y alimentos (excepto si éstos últimos se sirven en cafés, restaurantes, bares, etc.).

Devolución de impuestos a turistas

Al llegar al Reino Unido, a determinados artículos como vino, alcohol o cigarrillos se les aplica un impuesto arancelario en la aduana británica. No obstante, la normativa distingue entre mercancía proveniente de algún país miembro de la Unión Europea (UE) o mercancía procedente del exterior. Además, a los ciudadanos de fuera de la UE se les devuelve el IVA (VAT) de algunas compras que realicen en territorio británico.

Impuestos arancelarios en la aduana británica

• Si procedes de algún país de la UE, puedes introducir una cantidad ilimitada de artículos libres de impuestos siempre y cuando los transportes tú mismo, sean para uso personal o regalo, y hayas pagado el impuesto correspondiente en el país donde lo adquiriste. Las Islas Canarias, República Turca del Norte de Chipre, Gibraltar y las Islas del Canal no se incluyen en este grupo.
• Si procedes de algún país de fuera de la UE, puedes introducir una cantidad limitada de artículos libres de impuestos siempre y cuando los transportes tú mismo, sean para uso personal o regalo, y seas mayor de 17 años. No está permitido combinar una cantidad de artículos con otras personas para introducir una cantidad mayor a la permitida individualmente.

Si el oficial de aduanas considera que tu intención es introducir estos artículos para venderlos en territorio británico, deberás someterte a un control y una serie de preguntas relacionadas con el tipo y la cantidad de artículos, así como por qué y cómo los has adquirido, entre otras. Para saber más al respecto, te recomendamos hacer clic en este enlace (información en inglés).

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