Estas son las principales festividades de Vitoria y sus alrededores:
Carnavales (febrero): Los disfraces, bailes, las comparsas y las carrozas transforman la ciudad ante la llegada de la Cuaresma. Cabe destacar la tradición del “Marquitos” (muñeco que representa al carnaval), el cual después de ser empalado es enjuiciado públicamente mediante un satírico sermón y condenado a la hoguera.
Retreta de San Prudencio (27 de abril): Son las fiestas en honor a San Prudencio, el Patrón de Álava. La víspera de la fiesta se realiza la interpretación de la ‘Retreta’ en la Plaza de la Provincia por parte de bandas de trompeteros, clarineteros y tamborileros. Luego, se realiza la ‘Tamborrada’ en la que se dan cita los cocineros y representantes gastronómicos de Álava, quienes van recorriendo las calles al son del “txistu” (instrumento de viento del País Vasco) y el tambor. Es típico comer en estas fechas revuelto de perretxikos (setas de la zona) y caracoles.
Día del Blusa (25 de julio): Durante la mañana de ese día es tradicional la venta de ajos en la Cuesta de San Francisco. A la tarde la convocatoria se desplaza a la plaza taurina, donde tiene lugar una corrida de toros. El evento es amenizado durante la entrada y la salida por grupos de de “blusas” —grupo de gente vestida con trajes típicos de agricultores vascos, originalmente usados para no ensuciarse la ropa durante las corridas. Entre las actividades que organizan los “blusas” en las calles está la famosa carrera de burros.
Virgen Blanca (4 al 9 de agosto): La fiesta comienza con la “bajada del Celedón” –muñeco vestido con ropa tradicional (zurrón, bota de vino y paraguas) — desde el campanario de San Miguel hasta un balcón de la Plaza de la Virgen Blanca. En ese momento se descorchan las botellas de champán, se encienden puros y suena la música de las fanfarres, el txistu, y el bombo. Las fiestas duran cinco días con múltiples actos festivos, espectáculos, verbenas y corridas de toros. La noche del cuatro de agosto tiene lugar la tradicional Procesión de los Faroles, los cuales están labrados con cristales de diferentes colores. A la una de la madrugada del día 10 de agosto “Celedón” se despide de la ciudad, volviendo a subir a la torre del campanario de San Miguel acompañado de fuegos artificiales.
Romería de Olárizu (8 de septiembre): Consiste en la subida hasta la cruz del monte Olárizu. Es tradición terminar la jornada con una merienda con melón en las campas del monte. Con esta romería se cierra el ciclo veraniego y se cumple el rito campesino de la acción de gracias por la recogida de las cosechas.
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