Entre paisajes que demuestran una constante lucha por el territorio entre el avance del agua y la tierra, competencia interrumpida por el vuelo de miles de rosados y enormes flamencos, nos encontramos en el delta del Ebro!
Nos hallamos a escasos 4 metros sobre el nivel del mar, sobre verdes llanuras totalmente planas, que se confunde con áreas azules mezclándose como si fueran una sola, donde sus horizontes se ven llenos de vida silvestre corriendo y volando libremente por su espacio de reserva natural.
Buda, en latín, significa: boga que es una de las plantas regionales que crece en la isla, familia de las tifáceas, en otras palabras plantas de vegetación acuática. Todo un espectáculo que recrea la vida animal con grandes cantidades de flamencos volando y bebiendo en las deltas del río, caballos salvajes corriendo por sus prados, martinetes, avetorillos. Otro fenómeno digno de mencionar para quienes visitan la isla, es que durante la temporada de verano, los fuetes vientos empujan el agua tierra adentro dejando ya pocas extensiones de tierra que se mantienen a flote.
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