Si vamos a realizar un viaje de negocios debemos tener organizado nuestro itinerario con antelación para poder aprovecharlo al máximo. Para sacarle todo el partido a un viaje de negocios y poder disfrutar de las ofertas de ocio y cultura que ofrece cada destino, es recomendable:
– Verificar que la ciudad a la que vamos no sea esos días sede de algún congreso o feria internacional. Cuando esto sucede es complicado conseguir hospedaje, por lo que de ser este el caso, debemos reservar con semanas de anticipación. Todos los datos del hotel debemos tenerlos a mano en la agenda personal.
– Sólo llevar lo necesario y no acarrear objetos valiosos a menos que sean imprescindibles. Es ideal llevar uno o dos trajes y complementarlos con prendas combinables.
– Confirmar el vuelo con 48 horas de antelación y no olvidar registrar el programa de millas para recibir beneficios adicionales. Si existe una cancelación por fuerza mayor, no olvidemos que la compañía aérea está obligada a conseguirnos un asiento en el siguiente vuelo, incluso dentro de otra aerolínea.
– Es recomendables saber con que comodidades cuenta el hotel que puedan facilitarnos el trabajo: internet de banda ancha, WiFi, línea telefónica abierta, televisión por cable –para informarnos de las noticias locales, pronósticos de clima, y otros-, etc.
– Si no vamos a una reunión concreta sino en búsqueda de potenciales clientes, es ideal contactarlos antes de viajar. Si enviamos un email o hacemos una llamada, tendremos más posibilidades de poder concertar una cita. (Es recomendable el verificar los días laborales del país al que vamos a viajar para no coincidir con un día festivo que podría disminuir nuestras posibilidades de negocios).
– No debemos sobrecargar nuestra agenda. Siempre debe quedar tiempo para un almuerzo de negocios, una segunda cita con un cliente o cualquier inconveniente que pudiera surgir.
– Es ideal contar con tiempo para conocer la ciudad, recorrer museos y monumentos, visitar amigos, ir de compras, y distraernos un poco. Debemos tener como mínimo dos o tres horas libres en la agenda –aparte de las horas de sueño-. Si viajamos con otros compañeros de trabajo se pueden organizar actividades en conjunto.