El término Brexit es el resultado de juntar las voces inglesas Britain y exit en una única palabra, la cual alude a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). Tras el referéndum llevado a cabo el 23 de junio de 2016, los resultados obtenidos indicaron que UK abandonaría la UE. Quienes están a favor de que continúe siendo un Estado miembro hablan de las consecuencias negativas sobre la economía británica que ello acarrearía.

A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.

¿Qué es el ‘Brexit’ y cuándo tuvo lugar?

El 23 de junio del año 2016 es la fecha en que tuvo lugar un referéndum mediante el cual los ciudadanos británicos decidirían si el Reino Unido permanecería en la Unión Europea o, de lo contrario, se marcharían definitivamente.



Es lo que se conoce como Brexit, término formado a partir de la unión entre las voces inglesas British y exit, que literalmente significa salida británica.

El resultado de dicho referéndum fue de un 51,9% de los votos a favor de abandonar la Unión Europea, frente a un 48,1% de votos a favor de la permanencia.

Esto significa que el Brexit ganó el referéndum y que, por tanto, el Reino Unido dejará de ser un Estado miembro de la UE. De acuerdo con palabras del ex primer ministro británico, David Cameron, se trata de una de las mayores decisiones a las que el país se ha enfrentado en toda su historia.

Causas e historia

El Reino Unido entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973 y diecinueve años más tarde, en 1992, se convirtió en uno de los doce países miembros de la Unión Europea (UE) tras la firma del Tratado de Maastricht.

No obstante, su permanencia en la UE siempre ha estado sujeta a numerosas excepciones que han ralentizado el proceso de integración desde entonces. Así, a mediados de la década de 1950, los seis países fundadores de la UE (Francia, Alemania, Bélgica, Italia, Luxemburgo y Holanda) invitaron al Gobierno británico a formar parte de las negociaciones previas a la creación de la CEE.

Sin embargo, dicha propuesta fue rechazada desde Londres al considerar al Reino Unido como una potencia mundial independiente con más oportunidades comerciales fuera.

No fue hasta 1961 cuando el Reino Unido dio su brazo a torcer en las negociaciones para entrar a formar parte de la UE. El primer ministro en aquel momento, Harold Macmillan, del partido conservador, fue quién cursó una petición de adhesión oficial en ese mismo año. La adhesión no tuvo lugar hasta 1973, al mismo tiempo que Dinamarca e Irlanda se convertían también en Estados miembros.

Sin embargo, la permanencia del Reino Unido a la UE siempre ha estado sujeta a una serie de condiciones especiales desde que el líder labortista, Harold Wilson, celebró el primer referéndum sobre la salida del CEE en 1975, con un 67,2% a favor de quedarse.

Con la salida de Margaret Tatcher en 1990, el característico euroescepticismo británico se mantuvo. Tras la llegada de John Major como sucesor de Tatcher, el Reino Unido consiguió la mayor excepción de la que ha gozado desde entonces: mantener la libra esterlina como moneda oficial y, por tanto, no entrar a formar parte de la zona euro.

Poco después llegó Tony Blair al gobierno, quien dejó al Reino Unido fuera del Acuerdo de Schengen y, por tanto del Espacio de Schengen, limitando de este modo la libre circulación de ciudadanos europeos entre los países que integran esta área.

Negociaciones previas

David Cameron, quien anunció al día siguiente que no continuaría como primer ministro tras el resultado a favor de la salida de la UE, no se mostró en ningún momento partidario de esta decisión.

Ahora bien: antes de ponerle fecha al referendo, el primer ministro negoció con la Unión Europea una serie de condiciones de permanencia si el resultado del mismo era favorable a ello:

  • Prestaciones sociales: los ciudadanos de otros países de la UE no podrán solicitar prestaciones sociales en el Reino Unido hasta pasados 4 años de su llegada al país.
  • Múltiples divisas comunitarias: por un lado, se deberán reconocer en el seno de la UE otras monedas como divisas comunitarias, no solo el euro. Además, los países no-euro no tendrán obligación de participar en rescates.
  • Limitaciones al libre movimiento: el Reino Unido podrá restringir la entrada de ciudadanos de fuera de la UE casados con ciudadanos europeos. Es una medida para frenar los matrimonios «arreglados». También se reservará el derecho de excluir a quienes considere un riesgo para la seguridad aunque no tengan ningún antecedente penal.
  • Estructura burocrática de la UE: se trata de dar mayores facilidades en la libre circulación de capital, bienes y servicios, así como mejorar la estructura burocrática de la UE.
  • Soberanía: consiste en evitar expresamente el compromiso obligado de todos los miembros de la UE a avanzar en la integración política y federal el proyecto europeo. En resumen, que los parlamentos nacionales tengan más peso que Bruselas.

Resultados tras el referéndum

Aunque el resultado global indica que el Reino Unido se retirará de la Unión Europea próximamente, lo cierto es que el reparto de los votos a lo largo de las diferentes naciones que forman el Reino Unido es dispar.

La pregunta a la que debían contestar los británicos era breve: ¿Debe el Reino Unido continuar siendo miembro de la Unión Europea o debe dejar la Unión Europea? En respuesta a la misma y a nivel general, los datos obtenidos tras la votación quedan resumidos en la siguiente tabla:

RespuestaVotos%
1. Dejar la UE17.410.74251,9
2. Continuar en la UE16.141.24148,1

Cabe destacar que los resultados varían en gran medida por naciones. Así, en Escocia, el 62,0% votó a favor de la permanencia en la UE, mientras que un 38% se mostró partidario de abandonarla y un 23,0% se abstuvo.

En cuanto a Gales, el 52,5% optó por el «no», mientras que en Inglaterra (incluyendo Gibraltar), los resultados estuvieron bastante igualados: 46,6% a favor de la permanencia y 53,4% se mostraron favorables a abandonar la UE. Los gibraltareños, no obstante, lo tuvieron claro: el 95,9% votó a favor de continuar como Estado miembro.

Podemos concluir que los escoceses muestran una clara tendencia europeísta en contraposición a los ingleses, más favorables a continuar como potencia independiente. No obstante, la población escocesa representa tan solo un 8% frente un 84% de la inglesa, por lo que su decisión solo podría marcar la diferencia en caso de que la votación estuviera muy igualada.

Posibles consecuencias

Entre las consecuencias derivadas del Brexit destacan las que afectan a la economía no solo del Reino Unido, sino de otros Estados miembros. A nivel nacional, la salida de la UE supondría una contracción del PIB británico de entre el 3,6 y el 6%. A nivel europeo, se prevé que esta reducción sea de entre el 0,2 y el 0,5%.



Además, el gran atractivo del Reino Unido como uno de los principales centros financieros de la UE podría verse mermado, dado que perdería su acceso al Área Económica Europea (mercado interno de la UE). El Brexit supone, asimismo, el desplome de la libra esterlina. Solo en la primera noche tras el referéndum, cayó un 18% frente al dólar.

Muchas empresas multinacionales asentadas en el país podrían plantearse el traslado de sus sedes a otros países. En concreto, el embajador de Japón ya ha advertido de que será un Brexit «duro» para los japoneses establecidos en Reino Unido, dado que perderían el acceso al mercado único de la UE.

En el terreno social, cabe destacar que los contrastes entre grupos sociales se han acentuado dentro del país. La xenofobia, el racismo y los ataques de odio hacia ciertos sectores de la población han aumentado desde junio de 2016, especialmente contra la comunidad polaca, india y musulmana.

La salida de UK de la Unión Europea también conlleva una serie de desventajas para otros países no solo del continente europeo, sino a escala mundial. En España, el mayor impacto se lo lleva la venta de casas y el sector turístico, ya que la caída de la libra supondría una disminución del poder adquisitivo de los ciudadanos británicos.

En el mundo de los deportes, en especial el del fútbol, el abandono del Reino Unido tendría consecuencias sobre la Premier League y el resto de competiciones de origen británico. Esto es así porque Gran Bretaña exige una serie de requisitos a los jugadores extracomunitarios para poder participar en los campeonatos.

El Brexit también afecta a países de América. México es uno de los principales afectados en términos de comercio exterior. También el precio de las acciones de la Bolsa Mexicana se verá incrementado por su base en la oferta y la demanda, puesto que México es un país muy dependiente de la inversión extranjera.

Encuestas y opiniones

Los británicos quieren irse de Europa porque ven en ello una serie de ventajas a su favor. Una de ellas es que consideran que la UE frena el crecimiento económico del Reino Unido, principalmente a causa del cobro de miles de millones al año en tarifas de membrecía.

Por otro lado, también quieren que el país recupere el control absoluto de sus fronteras y, con ello, reducir el número de inmigrantes que llegan a trabajar. Por su parte, quienes abogan por permanecer en la UE hacen alusión a la fortaleza que la afiliación del Reino Unido con la UE supone para el país.

También mencionan el hecho de que el comercio con otros países del bloque, así como los inmigrantes que viajan al Reino Unido dispuestos a trabajar, benefician la economía británica. Consideran que no pertenecer a la UE afectará de manera muy negativa a su estatus internacional.

Quienes se muestran contrarios argumentan que supondría una derrota para el proyecto europeo, puesto que ello conlleva el auge de los llamados eurófobos y los nacionalismos en otros países europeos. Consideran que será un duro golpe para la UE, que quedará perdida y sin un plan de futuro claro.

Son varios los que opinan que el Brexit, la victoria de Donald Trump en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos de 2016 y el populismo que está tomando fuerza en Europa son síntomas de:

  • El auge de la xenofobia en el mundo occidental
  • El declive económico de la clase media
  • El descontento con la democracia representativa
  • La crisis del Estado del bienestar

Un dato ampliamente cuestionado es la desigualdad existente entre quienes votaron en el referéndum. Aunque se trató de un proceso democrático, la mayoría de ciudadanos que se mostró favorable al abandono de la UE tiene una edad promedio que ronda los 50 años.

Por otro lado, el mayor porcentaje de votos en contra corresponde a la votación joven, independientemente de la nación. Esto implica que los jóvenes serán quienes vivan más años con la decisión que han tomado los mayores.

Preguntas de los usuarios

¿Es el Brexit vinculante o podría revertirse?

Lo cierto es que no y, a día de hoy, no se ha activado todavía el artículo 50 del Tratado Europeo por el que el Reino Unido comenzaría el proceso de separación con Bruselas. Para ello, es necesaria la notificación formal del Ejecutivo británico. De hecho, circula una petición ciudadana para que UK celebre otro referendo en la que se han obtenido ya más de 3,3 millones de firmas.

¿Qué papel adoptará Alemania en caso de haber Brexit?

Los expertos argumentan que la salida del Reino Unido solo afianzaría el papel de Alemania como líder europeo. Además, se debe tener en cuenta que Alemania pierde un aliado muy importante no solo a nivel interno, sino en áreas de política exterior.

¿Qué beneficios supondría el Brexit para España?

Una de las principales ventajas que podría tener la salida del Reino Unido de la UE es la unión de Gibraltar a España de nuevo. Los gibraltareños quieren seguir teniendo acceso al mercado único y a los derechos del libre movimiento, tal y como quedó reflejado en los resultados de la votación, en los que más del 95% votó a favor de la permanencia.

¿Será necesario un visado para viajar a UK tras el Brexit?

Por el momento, los requisitos y la documentación necesarios para entrar al Reino Unido continúan como hasta ahora. Tienen dos años para llegar a nuevos acuerdos bilaterales con países de fuera de la UE.

En cuanto a lo que podría establecerse si el Brexit finalmente entra en vigor, es bastante improbable que los europeos vayan a tener que pedir una visa para entrar en UK. Ahora bien: tendrían que regular de forma individual con cada país la libertad de visado o no.

Si deseas consultar los requisitos actuales, te recomendamos echarle un vistazo al siguiente artículo: Consejos, documentación y requisitos para viajar al Reino Unido.

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