La ciudad de Orense se encuentra unificada por los puentes que salvan el río Miño que divide el centro del poblado Barrio del Puente.
Podríamos recorrer la historia de la ciudad desde el siglo I hasta el XXI simplemente observando los puentes, magníficas obras de la ingeniería de cada una de sus épocas que lograron acercar la zona atlántica de Galicia que estaba algo aislada de la zona sur.
Cronológicamente tenemos el Ponte Vella o Puente Viejo, antiguo puente romano del que solamente se conservan las bases originales y que sufrió dos importantes reconstrucciones. Tomó su nombre al construirse el Puente Nuevo o Ponte Nova, en1918, una obra interesante con seis arcos de piedra y un tramo central de hierro.
Ya en 1958, gracias al Viaducto, el ferrocarril logra atravesar el Miño con un puente de hormigón de 415 metros de longitud a 46 metros de altura. Pero en 1971 pudo descongestionar el tránsito poniendo en uso el Puente Nuevísimo (Ponte Novísima) también conocido como Ponte do Ribeiriño o das Caldas.
El siglo XXI regala otra obra monumental al río Miño: en 2001 se inaugura el Puente del Milenio, que con una estética vanguardista y a 450 metros del Puente Romano soluciona los problemas definitivamente y lo jubila, dejándolo para uso exclusivamente peatonal.
En la misma línea, y ya en 2003 se abre la Pasarela del Vao (pasarela do Vao) para peatones, realizado en hormigón y tubos metálicos, siguiendo una línea ligera y moderna.