A pocos kilómetros de la península de España y a tan sólo cien kilómetros de Ceuta se encuentra Chefchaouen, una encantadora ciudad de Marruecos. También llamada Chauen, Xauen o Los Cuernos, ya que por encima del pueblo se elevan los montes de la Cordillera del Rif, Tisouka, de más de 2.000 metros, y el monte Megou, de unos 1.600, como si fueran dos cuernos. Sus casitas de tonos azulados pueden recordarnos, salvando las distancias, a los pueblos andaluces. Quizás sea así porque su población original durante la fundación de la ciudad, en 1471, estaba compuesta por exiliados de Al-Ándalus.
Durante siglos fue una ciudad considerada Sagrada, donde se prohibía la entrada a los extranjeros. Por ésta razón, es aún una ciudad muy tradicional y, en la actualidad, una de las preferidas para el turismo. A la hora de buscar alojamiento en Chefchaouen puede recurrir a la web www.hotel-chefchaouen.com, una página que ofrece indistintamente hoteles o Riads en Chefchaouen de muy buena calidad y muy bien situados.
A través de cinco puertas, el visitante se puede adentrar en la Medina de la ciudad que, en comparación con las del resto del país marroquí, es pequeña y bastante tranquila. Recorriendo las serpentinas calles llegará en la plaza Uta el-Hammam y podrá divisar la Gran Mezquita. No obstante, si se aloja en uno de los Riads en Chefchaouen que ofrece www.hotel-chefchaouen.com no es ni necesario ni salir de éste tradicional palacete para disfrutar de las buenas vistas de la ciudad.
Chefchaouen perteneció al protectorado español, y como en otras ciudades del protectorado, parte de sus habitantes sabe hablar (o por lo menos chapurrear) español. Así que es un sitio ideal para viajar por su cuenta y relajarse mientras respira el aire limpio de ésta capital de provincia. Visitar los jardines de la Kasbah, pasear por el mercado o subir a las montañas son recorridos imprescindibles para quién visita esta ciudad, dónde se mezclan los colores de los productos de las tiendas con el azulado de sus casas.