La gastronomía de Jordania está muy matizada por la influencia de diversas culturas que han pasado por su territorio. Así, tiene sabores de la cocina griega, árabe, persa, inglesa, entre otras.
La materia prima diaria es el “khobez”, un tipo de pan plano y de gran tamaño que se vende en las panaderias alrededor del país. Se le acompaña con huevos, labaneh (un tipo de queso crema), zaatar (una mezcla de varias especias), aceite de oliva y una taza de té. Los pastelillos como el “manousheh” que incluye queso y zaatar, son muy comunes en los desayunos de Jordania.
El platillo nacional es sin duda el “mansaf”. Consiste en un plato con varias capas de pan “shraak” (muy parecido al crêpe) con cobertura de arroz, trozos de cordero cocinados con una salsa especial de “jameed” (yogur secado al sol), especies y nueces de pino dorado o almendras fritas. Si bien es un plato nacional, la mayoría de la gente lo come sólo e ocasiones especiales.
Otro plato destacado es el cordero relleno, que la gente lo disfruta como un gran banquete. Este consiste en cordero asado relleno con arroz, cebollas, nueces y pasas. Las meze (aperitivos) suelen servirse como parte de una comida incluyen hummus (yogur con garbanzos), tabouleh (ensalada árabe), entre otros.