El Castillo de Ampudia, en Palencia, maravilloso ejemplo de castillo señorial castellano.
A 35 kilómetros de Huesca, en Aragón, podemos visitar el magnífico Castillo de Loarre.
En Manzanares del Real, Madrid, podemos ver el Castillo de los Mendoza.
Debemos a los caprichos de Felipe II el esplendor del Alcázar de Segovia.
Los orígenes del Castillo de Trujillo, en Cáceres, se remontan a épocas romanas.
El Castillo de Almansa, del período Almohade, se encuentra en la provincia de Albacete.