Las fiestas de la ciudad de Málaga son muchas a lo largo del verano, pero también en invierno. Solo destacaremos las más concurridas y comentadas. Prepárate para planificar tu viaje!
Los Carnavales son fiestas de gran arraigo. Se llevan a cabo a lo largo de 10 días, con la elección del Dios Momo y la Diosa del Carnaval, el Festival de Murgas y Comparsas, pasacalles, desfiles de murgas y carrozas, un gran baile y el final con El Entierro del Boquerón, con fuegos artificiales en la playa. Una promesa de diversión asegurada.
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La Semana Santa malagueña está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Destaca por la monumentalidad de sus pasos y el fervor popular que despierta en cada barrio. Nadie puede con la emoción al paso del trono del Cautivo o del Cristo de la Buena Muerte escoltado por la Legión que desembarca en el puerto. O cuando por la intercesión de Nuestro Padre Jesús “El Rico” se libera a un preso de su condena.
La Noche de San Juan comienza dos días antes del 24 de junio. Cada barrio construye los “júas”, grandes muñecos de trapo rellenos con serrín y papel, caricaturizando grotescamente a los personajes populares. Luego se quemarán, generalmente en la playa y tendrán lugar los ritos tradicionales como saltar la hoguera y mojarse en el mar.
El 16 de julio se lleva a cabo, en los barrios marítimos, la procesión de la Virgen del Carmen. Que concluye con el recorrido en barca con la procesión de todas las embarcaciones del puerto.
Pero la Feria de Málaga, en el mes de agosto, es la gran fiesta del verano. Nacida para conmemorar la incorporación de Málaga a la Corona de Castilla en agosto de 1487. Actualmente es cita del turismo internacional con las tradiciones malagueñas. Aquí los protagonistas son los caballos, los carruajes, los jinetes, los trajes de gitana, y obviamente, el flamenco, las tapas y el vino. ¿Alguien puede pedir más?
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