El tajín (cuyo nombre árabe es tajine) es uno de los platos simbólicos de la gastronomía de África del Norte, sobre todo en los países de Argelia, Marruecos y Túnez.
Este platillo se sirve de forma tradicional en una vasija de barro que cuenta con una tapa de forma cónica y que lleva el mismo nombre. Dentro de sus principales características está el que permite que se mantenga el vapor después de la cocción y ayuda a mantener el calor.
Para preparar tajín de pollo (cuatro porciones) necesitamos:
– Medio pollo trozado
– Un puerro
– Dos zanahorias
– Un calabacín
– Dos cebollas
– Dos tomates
– Ocho ciruelas pasas
– Medio litro de caldo de ave
– Aceite de oliva y sal.
Después de lavar las ciruelas y verduras, picamos las segundas en trozos muy pequeños; le quitamos la grasa al pollo y lo cortamos de la misma manera.
En el tajín colocamos tres cucharadas de aceite de oliva y una vez que está caliente (a fuego lento) colocamos las verduras y los trozos de pollo. Cuando el pollo está iniciando su cocción, agregamos los demás ingredientes.
Cubrimos todo el contenido con caldo de ave y tapamos el tajín, dejándolo cocinar a fuego lento por unos veinte minutos. Apagamos el fuego y servimos al gusto.
Aunque la preparación del tajín es la misma en todas sus variantes, estas existen porque podemos preparar este platillo con distintos tipos de carne, así, encontramos: tajín de atún, tajín de ternera, tajín de argán (aceite que se obtiene del grano de la planta de este nombre), tajín de verduras, tajín de ternera con verduras y tajín de sardinas.
A parte de los tipos antes mencionados, debemos destacar los más populares que son el tajín de pollo (que se acompaña con jugo de limón y aceitunas), el tajín de cordero con membrillo caramelizado y tajín de cordero acompañado con ciruelas pasas.