Aunque su origen se encuentra en la gastronomía de Túnez, es imposible que si viajamos a Egipto no degustemos desde nuestras primeras comidas un Makroud. Este platillo también conocido como Macroude, es resultado de una fusión de la pastelería tunecina con la argelina y, ha ganado tanta popularidad en Egipto que es considerada una comida típica de este país.
El Makroud es una pastel frito que está conformado por una serie de capas de masa que se rellena con sémola de cuscús y una pasta de dátiles -aunque también hay variantes donde en vez de dátiles se utilizan nueces, almendras o pecanas-.
Cada capa se va cubriendo con este relleno y después se procede a sellarlo para córtalo en forma de rombos y freírlo (esta acción puede realizarse en sartén, en cacerola o en horno, no afecta la presentación y en Egipto se fríen en cualquiera de estas tres opciones).
Para realizar la masa del Makroud tendremos que mezclar harina con sémola, si no incluimos alguno de estos ingredientes, el Makroud no tendrá la textura que lo caracteriza y quedará como cualquier otro dulce.
El acompañamiento del Makroud suele ser una limonada o bebida fría ya que, a pesar de lo que podemos pensar al leer la receta, este postre es típico en Egipto sobre todo en las épocas de calor extremo. Aunque, si lo preparamos en una zona fría, podemos optar en el acompañamiento por un café o un té.