El clima en Praga varía mucho entre estaciones debido a su posición geográfica sin litoral y a su clima continental, el cual está muy influenciado por los vientos de Siberia y el Atlántico.
El invierno es más crudo los meses de diciembre, enero y febrero. La temperatura puede caer hasta -20°C acompañada de vientos helados. A pesar de ello, la nieve no es común y los días son secos. Durante el verano la temperatura puede subir hasta a 30°C o más. Julio, agosto y septiembre son los meses más cálidos. La gente acostumbra a salir a tomar sol a los parques. El otoño empieza en septiembre. Es bastante frío con temperaturas entre los 10 y 15 °C.
Las lluvias no son muy abundantes en Praga. De mayo a agosto las lluvias se dan en cualquier momento y son difíciles de pronosticar. Por ello, lleva contigo siempre un paraguas, aunque haya sol.