Glasgow está dividida, como casi todas las ciudades de Escocia, en zonas antiguas y zonas modernas. La Catedral se encuentra en el antiguo centro de la ciudad, al este del centro moderno, al cual puedes llegar a pie, sin ningún problema. Su espectacular diseño gótico deja asombrados a todos sus visitantes.
Su mayor característica es que es la única catedral, de toda Escocia, que ha sobrevivido intacta a la Reforma. Su construcción como tal empezó en 1136 con el Rey David, pero los continuos incendios no permitían que se culmine. Recién en el siglo XIV lograron terminarla, adjuntándole la Necrópolis, la ciudad de los muertos de Glasgow.
Para acceder a la nave principal, deberás entrar por una puerta lateral. Una vez dentro verás las definidas zonas de la catedral. El coro de piedra, decorado con siete parejas de esculturas que representan los siete pecados capitales. La entrada es gratuita y puedes visitarla de lunes a sábado, entre 09:00 y 18:00 horas, o domingos en el horario de 13:00 a 17:00.
Desde Edimburgo puedes llegar en autobus, debes bajarte en la estación Buchanan y llegar hasta George Square, ahí encontrarás mayor información turística en las agencias. Luego podrás llegar a la misma Catedral en metro o caminando para aprovechar ver las hermosas edificaciones de la ciudad. Ten cuidado si vas con tu coche pues la catedral no permite aparcar, y las multas son bien altas.