La cata de cava es una de las populares dentro del público que se inicia en la cata de vinos. En la mayoría de talleres, y dado su duración que oscila entre las dos y tres horas, se centrarán en que aprendamos las nociones básicas que determinan la calidad de un cava: Limpidez, color y efervescencia.

¿Por qué estas tres características? Simple. Un cava debe ser tener una transparencia brillante y limpia; cumplir con alguna de las gamas cromáticas que poseen y que van desde el amarillo limón al casi dorado; y de una efervescencia ideal para la correcta formación de la espuma (esto también se ve determinado por una correcta temperatura que debe ir de los ocho a diez grados centígrados).

Dentro de la cata de cava también seguiremos dos pasos: la fase olfativa, donde podremos diferenciar aromas primarios/secundarios/terciarios que pueden estar incluidos dentro de la gama floral, frutal hasta influenciados por las barricas de roble y las botellas en que son almacenados.

Y la fase gustativa, donde se diferenciaran el equilibrio de sabores conformados por sensaciones dulces, amargas, ardientes y frescas.

En la Escuela Española de Cata en Madrid ofrecen talleres de cata de cava. Está ubicada en c/. Zaragoza, 6, 2da planta-28012 y por setenta euros la persona podremos acceder a una cata de tres horas. Nos enseñarán los diferentes tipos de cava, las técnicas para el servicio del cava (temperatura y conservación, principalmente), además de aprender las nociones básicas del análisis visual, olfativo y degustativo.

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